03 septiembre 2011

El pepinillo que se te va la olla

He descubierto una tienda cerca de mi casa que vende unos pepinillos rellenos casi tan ricos como los de Variantes Carlos en el mercado de Barceló (pabellón amarillo puesto nº161 ). Es El Cisne, en la calle Eloy Gonzalo, uno de esos sitios que exhibe un montón de patatas fritas pegadas al escaparate. Tienen snakcs de fabricación propia, legumbres al peso y las mejores aceitunas de Campo Real que he tomado nunca. Desde que vivo en Madrid, varias han sido mis experiencias con los pepinillos, pero de momento ninguna supera a las que he disfrutado en estos dos negocios.

Hay otra tienda de encurtidos en el rastro que vale la pena, más que por el sabor de sus productos, por la forma en la que los muestran: enormes cubetas llenas de alcachofas de Almagro, olivas, ajos e infinidad de frutos en vinagre ocupan el local. Pese a lo impactante del espectáculo el vinagre, demasiado presente en cualquier cosa que te lleves a la boca, desmerece su género.

La frase "me he comido un pepinillo que se te va la olla" pronunciada por una querida amiga, ha marcado para mi un antes y un después en las conversaciones sobre caprichos inconfesables: A unas les priva el chocolate, a otras nos enloquecen los pepinillos (Aleluya, por fin alguien lo verbaliza!). Para aquellas mujeres de ciudad que mueran por un pepino bien aderezado, El Cisne es la tienda de variantes a tener en cuenta.


3 comentarios:

  1. Ay Lolilla, entre los pepinillos y los pasteles de zanahoria me tienes totalmente conquistada. Bravo!

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  2. Lola, te lo juro por Jesús, que los mejores pepinillos de Madrid son los de El Corte Inglés de Castellana. Un día vamos juntas...
    un besico!

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